miércoles, 21 de marzo de 2012

16. Alternativas, civilización y caos.

Volvimos al ruedo. Volví a quedarme sola. Qué más da. Es mi destino, capas que tengo que dejar de querer que todo esté bien y aprender a darme por vencida. Ya está, no doy más.

Mi soledad apareció de nuevo en mi vida, como también iba a aparecer el hambre.
Mia se había tomado vacaciones, pero ahora si volvía iba a volver dispuesta a acabarme por completo. A terminar con lo que me quedaba de carne en el cuerpo y a dejarme puro huesos. Ese era mi deseo.
Me pase dos días sin comer y aun volvía dispuesta a mas. Quería sobrepasar un record, quería ver cuantos días podría estar sin comer. Era un juego para mí, mi vida ya era un juego. No me importaba nada más que no sea algo sin calorías.
Mi vida dejo de depender de chicos, y empezó a depender de una balanza. Ya la estaba extrañando!

Actualmente pesaba 43 kg. Pero considerando mi altura era un peso relativamente normal. Pero yo no era relativamente normal. Para mi estaba gorda o normal. Pero la normalidad no me alcanza. Siempre luche por ser diferente a las demás, y esta era una manera de demostrarlo. Volvería a ser puro huesos como alguna vez fui y mi objetivo ya no sería ser flaca, mi objetivo sería morir si tengo que morir en el intento.
Parecen los pensamientos de una persona desquiciada, pero les aseguro que no lo soy. Estaba perdiendo de a poco la conciencia, como la paciente más antigua del borda así me sentía. A diferencia de que yo estaba libre y podría hacer con mi locura lo que quería sin medir ningún tipo de consecuencias.
Estaba desprotegida. Ya no tenía nada de que aferrarme tan solo de mis huesos.
Ningún día era bueno y se me hacían interminables. Yo ya no tenía ganas de vivir (esperen, ¿cuando tuve ganas de vivir?), y la vida se empecinaba en hacer de cada minuto una hora y de cada día una semana. Mis noches eran total y completamente de desvelo, no recuerdo una noche que no lo haya sido. Mis horarios estaban cambiados, mi reloj atrasado.
Para mí era normal acostarme a las seis de la mañana y despertarme al otro día a las dos de la tarde,
ese desorden me ayudaba, porque cuando me despertaba ya no tenía ganas de desayunar ni de almorzar. Me levantaba mareada y sin ánimos de comenzar un nuevo día. Volvía a dormirme, casi por inercia, me despertaba al final de la tarde sin importancia alguna, porque no tenía planes esa tarde, ni ninguna otra.
Así pasaron mis semanas. La mayor parte del tiempo durmiendo, y lo que me restaba me las pasaba conectada on line, en busca de algún e-mail que me saque del pozo de depresión profundo que me tocaba vivir.
Estaba sin él y sin Nathan, sin amigas, sin familia (paso a redactar esa parte)

Viendo y viviendo mi estilo de vida mi mamá se las empecino para hacerme la vida (supervivencia) imposible. Me levantaba de mis sueños profundos a horas de la tarde diciéndome "¿Te parece hora de dormir? Te las pasas durmiendo! No comes, no salís, nada. Te voy a internar para que te den suero nena esto no es vida! debes tener anemia si no te alimentas bien, levántate y come algo "
a lo que yo respondía con mis mayores esfuerzos " no me molestes, es mi vida y yo la vivo como se me canta" y seguía durmiendo olvidando ese episodio . No me interesaba vivir, no me interesaba respirar.. Perdí lo que tenia. Tenía que buscar algún tipo de motivación, motivos para querer hacer algo por mi vida.
Busque muchas alternativas .Pero fueron más los problemas que se me interceptaron en el camino.
Las cosas se complicaron, intente simplificarlas de alguna forma. Intente convencer a mi mente neurótica de que ya no podría seguir manteniendo ese ritmo de vida que pronto me destruiría. Tenía que dejar de hacer un drama de los problemas, ya que mi vida antes de todo eso no era tan mala. Tengo que resolverlo, eso es lo que quiero.
Ese día fue el que tome al fin el mando de mi vida, el mando de la versión pervertida de mi vida. Recuerdo perfectamente cada detalle de ese maldito día. Mi mente es masoquista, y archiva los recuerdos más dolorosos, los momentos en los que sufrí, me lastime y mis mentiras pasaron a ser el sustento de mi vida.
Ese día me levante a la mitad del día, no tenia noción del tiempo ni el espacio. Por momentos no reconocía mi casa, mi habitación. Cuando estaba de pie, recuerdo que todo mi mundo se volvió negro deje de ver y caí. Recuerdo que estaba sola, y de repente escucho voces de fondo gritando mi nombre. Sin conciencia, sin noción, ya mi mente estaba sin recuerdos. Lo único que reconocía era la voz de mi mamá a lo lejos… por momentos no sabía ni quién era, ni a quien estaba llamando. ¿Quién sería Mia? ¿Quien es esta gente loca que me sujeta de los brazos? Mis ojos se cerraban cada tanto, y cuando los abría el panorama cambiaba, el lugar cambiaba, mí mundo giraba nunca se mantenía igual. Después de un tiempo desperté en el sillón de mi casa con mi papá preguntándome como me sentía y que había pasado. Ya recordaba, ya los recordaba!. No sabía si eso era bueno, creo que sin conciencia estaba mucho mejor, no sabía si era mejor estar viviendo mi vida o estar sin conciencia y vivir una vida blanco y negro. Fueron minutos pero para mí fueron días en los que permanecí en silencio.
-Mia, ¿qué te paso?
-Nada, Vi todo negro, y me caí. Termine en el piso y no tenía fuerzas para levantarme. Pero creo que fue porque dormí mucho y me levante de golpe, nada más que eso.
- Mañana vamos a ir al médico, con tu mamá estuvimos hablando que hace mucho tiempo que te vemos comer poco, si es que lo haces. Tenes actitudes raras. Y esos mareos los tenes siempre, debes tener las defensas bajas y anemia. Mejor hacerte ver así nos sacamos las dudas. Para que si es algo así, después no sea peor. Mejor prevenir que curar.
-No es nada pá, no se preocupen. Es que estos días estuve nerviosa por otras cosas, y eso me afecto en el tema de la alimentación, pero no es nada grave. Pero si te hace sentir más seguro, después voy al médico a hacerme ver con Alana. Vos no te preocupes, yo voy a estar bien.

Me había vuelto una fanática de las mentiras. ¿Qué pasa si no soy más que eso? Una mentira. Ya lo hacía sin escrúpulos, hasta a mis padres le mentía, fingía, ocultaba. Era obvio que no iba a ir al médico, que de ahí me derivarían al psicólogo, o al psiquiatra. O a algún centro de recuperación de algún tipo. Mis enfermedades eran psicológicas, y lo que me hacia mal era mi estilo de vida. El hecho de querer vivir del aire, dejar que el me alimente y me de fuerzas para seguir luchando para no comer.
Mia me estaba consumiendo, al igual que mis “amigos” y el hecho de extrañar a Alex no hacía nada más que dolerme en el cuerpo, me enferma.
Para terminar con ese gran pésimo día, decidí conectarme así me “distraía un poco” Lejos de eso me altere muchísimo más. Decidi borrar las fotos que tenia con Alex, decidí dejar de torturarme con esas fotos pero decidí también copiarlas en otra carpeta casi imperceptibles por si alguna vez quiero verlas (reciclarlas) así como el muchas veces hiso conmigo. Mientras ordenaba, recopilaba, y alteraba carpetas las lágrimas salían de mí incansablemente. En ese momento un ruido sonó, una señal en forma de cartel al costado de mi pantalla apareció.
“alana acaba de iniciar sesión” Sin pensarlo hice clic, como por arte de magia se conecto justo cuando más la necesita.
Mia: Ali! ¿Cómo estás?
Alana: Bien, por suerte.
Mia: Te necesito mucho amiga.
Alana: Yo también te necesite, y nunca estuviste.
Mia: no puedo creer que seas tan egoísta, si supieras por lo que estoy pasando no me estarías diciendo todo eso.
Alana: Es que… no se por lo que pasas porque desapareciste todas estas semanas y cuando te llamaba a tu casa o no atendía nadie o tu mamá me decía que estabas durmiendo. ¿Cómo haces para dormir toda la tarde? Mia antes tenias un vida y la vivías. Ahora o te la pasas durmiendo, o escribiendo. Tu vida no se basa en un libro.
Mia: ¿Mi vida? ¿De qué me hablas? A si... De esa vida en la que mis amigos me abandonaron y el chico que quería se fue lejos para no volver, y mi familia no sabe que estoy enferma y así estoy. Lo único que hago es escribir, uso todo lo que me pasa para inspirarme porque no saco nada bueno de todo esto.
Alana: Tus amigos se alejaron por algo. Perdón. Nos alejamos por algo. Me incluyo. Vos dejaste que ese pibe hiciera y deshiciera con vos todo lo que pudo. ¿Cómo dejaste tratarte así? Antes te admiraba por no dejarte influenciar por gente así, antes decía “como hace para ser fuerte en las decisiones mas importantes” Ahora no sos nada de eso, te dejaste usar por un pibe que no vale nada. No digas que te dejo porque nunca fue nada tuyo, nunca nada. Y vos dejaste todo por él. Me necesitaste? Yo también lo hice muchas veces y nunca estuviste, perdiste tu tiempo con alguien que no lo valía, date cuenta respira, y toma nota de esto - Estas sola porque vos queres, vos no hiciste nada para revertirlo.
Mia: Vos no me dejes amiga, sos lo único que tengo.
Alana: Vos sola me alejaste de vos. Yo te quería ayudar. Aunque no lo sepas se todo lo que te está pasando porque te leo. Yo no me olvide de vos así como vos lo hiciste de mí. Te cegaste por un pibe que sabias que no te convenía. Y yo no puedo estar ahí para recomponer tus pedazos siempre. Ya lo hice muchas veces, otra vez no quiero, nunca lo valoras Mia. Vos pretendes que siempre todos estén a tu predisposición, pero pensá en las personas que estas lastimando con tus enfermedades y tus obsesiones. Un consejo: Hacete ver, anda al psicólogo él capas que te escuche y te ayude. Yo no me quiero hacer cargo de vos, otra vez.
Mia: Soberbia traición de mi mejor amiga.
Alana: Yo no te traicione, solamente te abandone. Ya no juego tu juego, me canse de que me manipules y me uses como un títere. Soy más que eso nena, soy una persona y tengo sentimientos. Sentimientos que vos no tenes.
Mia: ¿Sos idiota verdad? Me dijiste más de una vez en una de esas conversaciones de vida que querías lo mejor para mi, que estabas cansada de verme mal. Una vez que encontré a alguien que me hacia feliz, vos te pusiste celosa y prácticamente me hiciste elegir entre él y vos.
Alana: Lo elegiste a él, de eso no me quedan dudas.
Mia: ¿y porque tenía que elegir? Sos mi amiga y él mi nada, mi chico. A veces pienso que tenes una grave tendencia lésbica. Está bien, déjame sola. Sin vos, sin el… a veces me siento sola, pero voy a terminar con todo eso, voy a dejar de ser una molestia.
Alana: Sos una pelotuda, de eso no me quedan dudas. Me cansaste ¿sabes? Rompes todo lo que tocas y te justificas como se te canta a vos. No sé quien sos y creo que ni vos lo sabes. Te perdiste por tu egoísmo de querer retener a las personas con tus amenazas. Ahora lo último que voy a ser por vos es decirle a tus viejos en que andas. Les voy a informar de tu enfermedad y de los cortes que tenes distribuidos en tu cuerpo, quien sabe dónde.
Mia: Vos le decís y olvídate de mi para siempre amiga.
Alana: Eso es lo que quiero, olvidarme de vos y de tus problemas que terminan enfermando a la gente que te rodea.

Okey, creo que para cerrar el día fue todo suficiente. Más que suficiente. Pero hablemos de Alana y su especie de “obsesión conmigo” Ella es así: da todo por mí, cree que soy la hija, la hermana o lo peor, la novia.
Siempre entendí que daba todo por sus amigos, le agradecí muchas veces por haber sacarme de tantas cosas.. Pero no puede pretender que yo tenga la misma obsesión con ella, porque para mí siempre fue mi amiga, nada más que eso (Perdón por sentirte amiga y no enamorarme de vos, perdón!) Lejos de todo sarcasmo, puedo afirmar que después de esa conversación tuve miedo.. No del miedo de sentir que estoy sola (más literal que nunca) Ya no hablo existencialmente, lo mío es puro literalismo . Miedo a que le cuente a mis viejos, esa es la verdadera preocupación. Que desaparezca de mi vida no me preocupa, es casi costumbre que mis mejores amigas entren y salgan como si fuera una casa de terror. Entran a mi vida con una sonrisa: No pueden creer que esta chica tan simpática y buena mina no tenga amigas. Pero a medida que avanzan al la galería del terror los monstruos van apareciendo, ellas saben. Yo les advierto que mi amistad les traerá problemas o me aman o me odian (la mayoría elige odiarme, quien sabe por qué, bueno si sabemos porque) Ellas corren, se alejan. Entonces afirmo otra vez “- no me quieren ayudar, solamente quieren escapar de mi y ayudarse ellas mismas –“ No lo veo mal tampoco.. Digo. A veces tenemos que ser un poco de egoístas de vez en cuando, pero... Bueno, les enseño a los golpes a no confiar lo suficientemente en la gente. Y ellas a la vez me enseñan a entender de buenas a primeras que estoy sola, que nadie quiere ayudarme. Volviendo al ruedo otra vez, termine sola como siempre terminando donde todo empezó. Todos toman lo que quieren de mí sin ninguna consideración de mis sentimientos, nadie se detiene a pensar que pienso, que digo, porque vivo. Y ya no me importo perder lo que perdí, se que todo lo hice por amor (amor a mí y a mi estilo de vida) El egoísmo y el orgullo me cegaron una vez más, pero yo arranque la pagina de mi libro y seguí escribiendo otra mejor. Ya sin amistades, sin amores, sin memorias. Así soy yo: borro todo lo que me hace mal, bah parte de ese todo, que quede en claro que otro todo se queda ahí, esperando latente a que toque fondo, aunque creo que ni siquiera he empezado a sumergirme.